Mitigación del cambio climático

La mitigación del cambio climático se refiere a las acciones y estrategias que buscan reducir o prevenir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, o bien, aumentar su absorción mediante sumideros de carbono. Estas acciones son esenciales para combatir el calentamiento global y sus consecuencias, buscando limitar el aumento de la temperatura global a niveles menos perjudiciales para el planeta y la sociedad.

¿Por qué es importante la mitigación del cambio climático?

La importancia de la mitigación radica en la necesidad de frenar el cambio climático, un fenómeno con impactos negativos a nivel global.

Algunos de estos impactos son:

• Aumento del nivel del mar
• Fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos (huracanes, sequías, inundaciones)
• Pérdida de biodiversidad
• Escasez de recursos hídricos
• Impactos en la salud humana
• Migraciones masivas

La mitigación del cambio climático es fundamental para evitar o minimizar estos impactos y construir un futuro sostenible.

Medidas de mitigación del cambio climático

Las medidas de mitigación pueden ser implementadas a diferentes niveles, desde el individual hasta el internacional.

Algunos ejemplos de estas medidas son:

Energía

Transición a energías renovables: reemplazar los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) por fuentes de energía renovable como la solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica y biomasa.

‍Mejora de la eficiencia energética: reducir el consumo de energía mediante el uso de tecnologías más eficientes en edificios, transporte e industria.

Transporte

Promoción del transporte público: incentivar el uso de trenes, autobuses y otros medios de transporte público eficientes.

‍Vehículos eléctricos e híbridos: fomentar la adopción de vehículos eléctricos e híbridos para reducir las emisiones del transporte por carretera.

‍Movilidad sostenible: promover la movilidad activa (caminar, ciclismo) y el uso compartido de vehículos.

Industria

Innovación tecnológica: implementar tecnologías más limpias y eficientes en los procesos industriales.

‍Economía circular: reducir el consumo de recursos y la generación de residuos mediante la reutilización, el reciclaje y la valorización.

Agricultura y uso del suelo

Prácticas agrícolas sostenibles: implementar prácticas agrícolas que reduzcan las emisiones de GEI, como la agricultura de conservación, la agroforestería y el manejo adecuado del ganado.

‍Protección de bosques y reforestación: conservar los bosques existentes y plantar nuevos árboles para aumentar la absorción de CO2 de la atmósfera.

Edificios

Construcción sostenible: diseñar y construir edificios energéticamente eficientes que minimicen su impacto ambiental.

‍Rehabilitación energética: mejorar la eficiencia energética de los edificios existentes mediante la renovación de sistemas de calefacción, ventilación, aire acondicionado y aislamiento.

El papel de la huella de carbono en la mitigación del cambio climático

La medición de la huella de carbono es una herramienta fundamental para la mitigación del cambio climático. Permite a las organizaciones, empresas e individuos cuantificar sus emisiones de GEI, identificar las principales fuentes de emisiones y establecer estrategias para reducirlas.

Existen diferentes estándares y metodologías para calcular la huella de carbono, como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol), que proporciona directrices para la contabilidad y reporte de emisiones.

Una vez que se conoce la huella de carbono, se pueden implementar medidas de mitigación específicas para reducirla, como las mencionadas anteriormente.

Además, la huella de carbono puede utilizarse para:

Fijar objetivos de reducción de emisiones: establecer metas cuantificables y medibles para reducir el impacto ambiental.

‍Monitorear el progreso: hacer un seguimiento de las acciones de mitigación y evaluar su efectividad.

‍Comunicar el compromiso ambiental: mostrar a los stakeholders (clientes, inversores, empleados) el compromiso de la organización con la sostenibilidad.

Acuerdos internacionales y políticas de mitigación

A nivel internacional, se han establecido acuerdos y marcos para impulsar la acción climática y la mitigación del cambio climático.

El Acuerdo de París, adoptado en 2015, busca mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 °C.

Para lograr este objetivo, los países firmantes presentan contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) que detallan sus planes de acción climática, incluyendo medidas de mitigación.

Además de los acuerdos internacionales, muchos países han implementado políticas y regulaciones para promover la mitigación del cambio climático.

Estas políticas pueden incluir:

Impuestos al carbono: gravar las emisiones de GEI para desincentivar su uso.

‍Sistemas de comercio de emisiones: establecer un mercado de derechos de emisión para limitar las emisiones totales.

‍Incentivos para las energías renovables: promover la inversión en energías renovables mediante subsidios, exenciones fiscales y otros mecanismos.

‍Regulación de emisiones: establecer límites a las emisiones de GEI de diferentes sectores.

Conclusión

La mitigación del cambio climático es un desafío global que requiere la acción conjunta de gobiernos, empresas, organizaciones y ciudadanos. La medición de la huella de carbono es una herramienta esencial para comprender nuestro impacto ambiental y tomar medidas para reducirlo.

Mediante la implementación de medidas de mitigación ambiciosas y la colaboración a nivel global, podemos construir un futuro más sostenible y resiliente al cambio climático.