La crisis climática, también conocida como emergencia climática o calentamiento global, se refiere al aumento a largo plazo de la temperatura promedio de la Tierra.
Este fenómeno es principalmente causado por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva. La crisis climática tiene consecuencias devastadoras para el planeta, incluyendo el aumento del nivel del mar, eventos climáticos extremos más frecuentes e intensos, la pérdida de biodiversidad y la escasez de recursos.
¿Qué causa la crisis climática?
El efecto invernadero
El efecto invernadero es un proceso natural que permite a la Tierra mantener una temperatura habitable. Ciertos gases en la atmósfera, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), atrapan la radiación solar reflejada por la superficie terrestre, evitando que escape al espacio. Sin este efecto, la temperatura promedio de la Tierra sería mucho más fría.
Sin embargo, las actividades humanas han aumentado significativamente la concentración de estos gases en la atmósfera, intensificando el efecto invernadero y provocando un calentamiento global acelerado. La quema de combustibles fósiles para la generación de energía, el transporte y la industria es la principal fuente de emisiones de CO2. La deforestación, la agricultura y la ganadería también contribuyen a la liberación de GEI.
Impacto de las actividades humanas
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), la principal autoridad científica internacional sobre el cambio climático, ha concluido que es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra (IPCC, 2021). Las actividades humanas han alterado el equilibrio natural del sistema climático, provocando un aumento de la temperatura global, cambios en los patrones de precipitación y un incremento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos.
Consecuencias de la crisis climática
Aumento del nivel del mar
El calentamiento global provoca el derretimiento de los glaciares y las capas de hielo, así como la expansión térmica del agua del océano, lo que contribuye al aumento del nivel del mar. Este fenómeno amenaza a las comunidades costeras, la infraestructura y los ecosistemas, aumentando el riesgo de inundaciones, erosión costera y salinización de los recursos de agua dulce.
Eventos climáticos extremos
La crisis climática intensifica los eventos climáticos extremos, como olas de calor, sequías, inundaciones, huracanes y tormentas. Estos eventos tienen un impacto devastador en las comunidades, la agricultura, la infraestructura y la economía, causando pérdidas humanas, daños materiales y desplazamientos.
Pérdida de biodiversidad
El cambio climático afecta a los ecosistemas y la biodiversidad de diversas maneras. El aumento de la temperatura, los cambios en los patrones de precipitación y la acidificación de los océanos amenazan la supervivencia de muchas especies, alterando los ecosistemas y poniendo en peligro la seguridad alimentaria y la salud humana.
Escasez de recursos
La crisis climática puede exacerbar la escasez de recursos, como el agua y los alimentos. Las sequías, las inundaciones y los cambios en los patrones de precipitación afectan la producción agrícola, mientras que el aumento del nivel del mar amenaza las fuentes de agua dulce.
Mitigación y adaptación al cambio climático
Mitigación: reducción de las emisiones de GEI
La mitigación del cambio climático se centra en la reducción de las emisiones de GEI. Esto implica la transición hacia fuentes de energía renovables, la mejora de la eficiencia energética, la adopción de prácticas agrícolas sostenibles y la protección de los bosques.
Adaptación: ajustarse a los impactos del cambio climático
La adaptación al cambio climático se refiere a las medidas que se toman para ajustarse a los impactos del cambio climático y reducir la vulnerabilidad, incluyendo la construcción de infraestructuras resilientes, la gestión de los recursos hídricos, la adaptación de la agricultura y la planificación urbana.
Marco legal y acuerdos internacionales
Acuerdo de París
El Acuerdo de París, adoptado en 2015, es un acuerdo internacional histórico que tiene como objetivo limitar el calentamiento global a muy por debajo de 2 grados Celsius, preferiblemente a 1,5 grados Celsius, en comparación con los niveles preindustriales. El acuerdo establece un marco para la acción climática global, incluyendo la mitigación, la adaptación y el financiamiento.
Protocolo de Kioto
El Protocolo de Kioto, adoptado en 1997, fue un acuerdo internacional que comprometía a los países desarrollados a reducir sus emisiones de GEI. Aunque el Protocolo de Kioto ha expirado, sentó las bases para la cooperación internacional en materia de cambio climático.
Referencias
IPCC. (2021). Climate Change 2021: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [Masson-Delmotte, V., P. Zhai, A. Pirani, S. L. Connors, C. Péan, S. Berger, N. Caud, Y. Chen, L. Goldfarb, M. I. Gomis, M. Huang, K. Leitzell, E. Lonnoy, J.B.R. Matthews, T. K. Maycock, T. Waterfield, O. Yelekçi, R. Yu and B. Zhou (eds.)]. Cambridge University Press. In Press.
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