El riesgo climático se refiere a la posibilidad de que el cambio climático tenga efectos adversos en los sistemas naturales y humanos. Estos efectos pueden ser físicos, como el aumento del nivel del mar o los fenómenos meteorológicos extremos, o transicionales, relacionados con la adaptación a una economía baja en carbono.
Comprender el riesgo climático es crucial para que las empresas puedan tomar medidas para mitigar su impacto y adaptarse a un futuro incierto.
Tipos de riesgo climático
Riesgos físicos
Los riesgos físicos son aquellos que se derivan directamente de los cambios en el clima.
Se dividen en dos categorías:
- Riesgos agudos: eventos climáticos extremos, como huracanes, inundaciones, sequías e incendios forestales, que causan daños inmediatos.
- Riesgos crónicos: cambios graduales en los patrones climáticos, como el aumento del nivel del mar, el aumento de las temperaturas y la acidificación de los océanos, que tienen efectos a largo plazo.
Riesgos de transición
Los riesgos de transición surgen de los esfuerzos para mitigar el cambio climático y adaptarse a una economía baja en carbono.
Estos riesgos pueden incluir:
- Riesgos regulatorios: cambios en las políticas gubernamentales, como la implementación de impuestos al carbono o la regulación de las emisiones.
- Riesgos tecnológicos: la rápida innovación en tecnologías limpias puede dejar obsoletas las tecnologías existentes.
- Riesgos de mercado: cambios en la demanda de productos y servicios, como la disminución de la demanda de combustibles fósiles.
- Riesgos reputacionales: daños a la reputación de una empresa debido a su exposición al cambio climático o a la percepción de inacción.
Importancia de la medición de la huella de carbono en la gestión del riesgo climático
La huella de carbono es una medida de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por una organización, producto, evento o individuo.
La medición de la huella de carbono es un paso fundamental para gestionar el riesgo climático, ya que permite a las empresas:
- Identificar y cuantificar sus fuentes de emisiones: conocer el origen y la magnitud de las emisiones permite priorizar las acciones de reducción.
- Evaluar su exposición al riesgo climático: una huella de carbono elevada puede indicar una mayor vulnerabilidad a los riesgos regulatorios, tecnológicos y de mercado.
- Establecer objetivos de reducción de emisiones: la medición proporciona una base de referencia para establecer objetivos ambiciosos pero alcanzables.
- Implementar estrategias de mitigación: conocer la huella de carbono permite diseñar e implementar estrategias efectivas para reducir las emisiones.
- Comunicar su desempeño ambiental: la transparencia en la información sobre la huella de carbono mejora la reputación de la empresa y genera confianza entre los stakeholders.
Marco legal y regulatorio
Diversos acuerdos internacionales, como el Acuerdo de París, y legislaciones nacionales, como la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética en España, establecen marcos para la acción climática y la gestión del riesgo climático. Estas normativas impulsan la medición y reducción de las emisiones de GEI, así como la divulgación de información sobre el riesgo climático.
Guiding businesses towards net-zero emissions through AI-driven solutions.
© 2024 Manglai. All rights reserved
Política de Privacidad